¿Es posible diferenciar a un emprendedor de quién no lo es?

¿QUÉ ES LA COMPETENCIA EMPRENDEDORA?

A casi nadie causa extrañeza oír: “Todos somos potencialmente emprendedores”. Esta frase sugiere que cualquier persona, en cualquier parte del planeta, puede ser emprendedora […]

¿ES POSIBLE ADQUIRIR ATRIBUTOS EMPRENDEDORES EN EDAD ADULTA?

La respuesta es sí y no; algunos sí, pero otros no. ¿Por qué? Porque algunos de los atributos relacionados con habilidades, actitudes y valores necesitan ser estimulados desde edades tempranas […]

¿EMPRENDIMIENTO: SER O NO SER?

El término “emprendimiento” se halla tan en boga que, con frecuencia, es empleado para designar cualquier actividad digna de atención; sea porque resulte simpática, guste mucho o produzca dinero […] 

La habilidad para descubrir y desarrollar oportunidades suele considerarse una de las características más importantes en el perfil de un emprendedor. De allí que el análisis de esta capacidad haya captado el interés de la investigación sobre el emprendimiento. El aprovechamiento de las oportunidades se relaciona con el manejo de incertidumbre y son, precisamente, las personas con mayor tolerancia a lo impredecible las que están más capacitadas para aprovechar oportunidades. Ahora bien, la decisión de explotar las oportunidades depende del modo como los individuos manejan el optimismo: quienes aprovechan oportunidades suelen magnificar sus posibilidades de éxito. Además, quienes tienen una elevada cognición emprendedora ven usualmente nuevas oportunidades donde otros tienden a protegerse de cambios y amenazas. Los procesos cognitivos de los emprendedores para identificar situaciones de una forma ventajosa son recursos heterogéneos que pueden emplearse para organizar otros recursos.

El evento emprendedor requiere preparación preexistente para aprovechar oportunidades, es decir, el potencial, seguido de algo que precipite la decisión. El emprendedor potencial no necesita albergar una intención sobresaliente antes de acometer una iniciativa: su potencial está latente, es causal y, frecuentemente, previo a la intención. El emprendimiento depende, por lo tanto, de los atributos del individuo y su combinación conduce a determinados comportamientos manifestados en intención emprendedora, emprendimiento naciente o creación empresarial.

¿Por qué unas personas y no otras deciden aprovechar oportunidades emprendedoras? Los estudios sugieren dos amplias categorías de elementos: 1) posesión de información necesaria para identificar y aprovechar la oportunidad, y 2) propiedades cognitivas necesarias para valorarlas. Una persona con información previa y vital para la identificación de oportunidades puede incurrir en errores de interpretación, si no tiene conciencia de los nuevos medios y los fines relacionados.

Otros hallazgos dignos de mención son: 1) los emprendedores suelen identificar oportunidades allí donde otras personas ven riesgos y 2) los emprendedores no suelen dedicarse a “pensamientos contrafactuales” (no invierten tiempo ni esfuerzo en imaginar “lo que pudo ser y no fue” en una situación dada), es menos probable que experimenten arrepentimiento por las oportunidades perdidas y son menos susceptibles a la inercia de la inacción (Shane y Venkataraman, 2000).

Muchos factores que inciden en el emprendimiento son aún desconocidos. Pero está claro el papel que desempeña el emprendedor en las decisiones relevantes sobre el emprendimiento. Los emprendedores ven maneras de disponer los recursos y la información en nuevas combinaciones. Conciben la situación no solo tal cual es, sino también como podría ser. Tienen un “instinto” para captar lo usual y lo inusual, lo ordinario y lo extraordinario. Ven claramente lo que otros no ven. Por lo tanto, pueden identificar y aprovechar oportunidades que convierten lo común en único e inesperado. Ven el vaso “medio lleno” y no se paralizan frente a los obstáculos, riesgos o amenazas de emprender que, además, están presentes en mayor o menor proporción en todas las iniciativas en cualquier parte del mundo. En entornos cambiantes y dinámicos, los emprendedores perciben muchas y variadas oportunidades en el mercado.

El emprendedor tiene una sensibilidad particular para identificar y aprovechar las oportunidades que brinda el mercado, con el fin de acceder a los recursos necesarios para explotarlas adecuadamente. Según Kochadai (2012), al coincidir el potencial emprendedor con las oportunidades del entorno aumenta la probabilidad de ocurrencia del comportamiento emprendedor y esto se traduce en el surgimiento de una iniciativa. La oportunidad en sí misma no es suficiente para que el emprendimiento tenga lugar, debido a que se requiere una persona capaz de tomar ventaja de esta situación: el emprendedor.